Una luna para Tyler - Elena Garquin

                                                     

Título: UNA LUNA PARA TYLER
Serie: Mo Ghealach 2
Autor: Elena Garquin
Género: Romántica
Editorial: Auto publicación
Formato: Digital/papel
Precio: 2.99€/15.90€
Kindle Unlimited: Sí
Páginas: 367
Fecha de publicación: 10 de Diciembre de 2018

Sinopsis: Ella sobrevivió a pesar de mí mismo.
Nunca tuve tanto miedo como cuando permití que las consecuencias de mis errores destrozaran el corazón de la mujer de mi vida.
Nunca fui tan ambicioso como cuando me propuse conservarlo todo, para terminar no teniendo nada. Nunca me sentí tan vacío como cuando volví a verla, gracias a la cláusula descabellada de un testamento que me removería por dentro. Ni tan valiente como cuando decidí que merecía la pena tentar al destino de nuevo, solo para alcanzar mi propia luna. Hermosa, pero desconocida. Inaccesible. Llena de interrogantes, de secretos y preguntas de las que soy el único culpable. Cargada con una pena tan grande como todo el desengaño que me escupirá en la cara. Me lo merezco. He superado mis errores, mis secretos, mi propio sufrimiento. Lo he superado todo menos a ella.
Martina es mi punto débil. La única capaz de volver mi vida del revés. La mejor cura para mis cicatrices.
Un día, pedí un deseo a la luna… Ahora corro el riesgo de que se cumpla.

A principios de Marzo, en el autobús que me traía de vuelta a Sevilla tras el V Encuentro de Novela Romántica de Armilla (Granada), decidí pasar las tres horas que tenía de trayecto para ponerme por fin con esta novela de Elena Garquin. Fueron las 3 horas mas cortas de mi vida... y fue gracias a Una luna para Tyler.

No puedo negar que me encanta Elena Garquín, creo que lo he dejado claro cada vez que he leído un libro suyo, no dudo en embarcarme con ella al viaje que quiera llevarme, y aunque la prefiero con la histórica (no puedo evitarlo), debo reconocer que con esta serie contemporánea, me tiene conquistada.

Aunque en el epílogo de Llévame a la luna ( Mo Ghealach 1), nos ponía en sobre aviso de sobre quién iría este segundo (son independientes, pero si los lees en orden... pues mejor), si os soy sincera, no las tenía todas conmigo, la verdad. No estaba segura de que iba a encontrarme y por eso la había estado retrasando por más que Naitora McLine (sí, otra vez ella jajaja, siempre es ella la culpable de todo jajaja) no dejaba de decirme que lo leyera ya que me iba a encantar. Y como me conoce, y como la conozco... acertó de lleno conmigo. Una luna para Tyler, me ha gustado incluso más que la primera. No me esperaba esta historia, no, no así.

Partiendo de la base de que pluma de Elena Garquin me parece exquisita, con ritmo y de ágil lectura, tiene además el don de meterse en la piel del lector. Al menos conmigo lo consigue... y en Una luna para Tyler, se ha metido tan hondo, que ahora, más de un mes después de haberla leído, se me sigue poniendo la piel de gallina recordando algunas partes haciendo esta reseña. 

Esta no es una historia de amor sin más, esta es una historia dura, intensa y emotiva, Elena ha conseguido plasmar con frescura, mucha delicadeza y una gran sensibilidad todas las emociones y sentimientos que el tema en cuestión que trata se merece a lo largo de toda la historia en boca de Martina, la protagonista, porque sí, es una lacra que muchas mujeres están padeciendo y que otras muchas hemos tenido que lidiar de cerca. Pero no solo será ella la que nos toque la fibra, tanto Tyler como muchos de los secundarios darán voz a temas que se me hacen muy interesantes y que me han hecho empatizar con ellos y pensar... pensar mucho, como la terapia con personas que tienen necesidades educativas especiales, el abandono parental, el miedo y como ciertas enfermedades afectan no solo a los que lo padecen directamente, sino también a los familiares y amigos. Y es que sí, esta es una historia de superación, en mayúsculas.

Martina y Tyler son dos almas destinadas a reencontrarse después de años sin verse y en los que han estado intentando sobrevivir haciéndoles frente a los demonios internos que han ido marcando sus vidas, sin mucha suerte para ambos. Pero ahora sus vidas vuelven a cruzarse forzadamente... No es fácil olvidar y perdonar, no es fácil dar una segunda oportunidad, no es fácil echar abajo las corazas que nos armamos intentando reconstruirnos y sobrevivir... no lo es, nada de esto es fácil. Martina es una mujer a la que desde joven la vida le ha ido dando reveses, pero su entereza la hará agarrar al toro por los cuernos para afrontar la vida y la muerte... y también el amor, con una madurez admirable.

Tyler a resultado ser un hombre fascinante, se da por completo a los demás aun teniéndolo todo y a todos en su contra, la vida tampoco le ha sonreído demasiado desde la última vez que vio a Martina; sobrevivir con el peso de la culpa, los remordimientos y la condenación auto impuesta a ser infeliz... es muy difícil... hasta que Martina vuelve a su vida.

Por si todo esto no fuera poco para ellos, a raíz de su reencuentro tendrán que lidiar también con una serie de  misteriosos anónimos y algunos fatídicos acontecimientos que serán una incógnita hasta al final, que con mucha maestría, la autora consigue mantener el misterio haciéndonos dudar tanto al los protagonistas como al lector. Y ese final... ohh me ha dejado fascinada, ese giro sorprendente e inesperado que para nada esperas y que empieza a dejarte un regusto amargo en los labios para acabar con la sonrisa colgada...

Porque cuando la vida nos pone a prueba hay que intentarlo todo: reconstruirnos desde cero, aceptarnos como somos, perdonarnos a nosotros mismos y amar sin condiciones cuando sentimos que el amor es nuestro único aliado.

Sobre la autora:

Nació en Benavente, Zamora, donde reside actualmente con su marido y sus dos hijos. Cursó Derecho en la Universidad de Salamanca, pero desde niña su verdadera pasión fueron los libros. La vocación de escritora le llegó a través de la lectura, y reparte su tiempo entre esta y su familia. Le encanta el cine, y adora el campo y la naturaleza. Escribe desde la adolescencia, aunque dejó de hacerlo cuando se casó. Después de bastantes años, decidió retomar algo que para ella se había convertido en una forma de vida, y desde entonces, no ha parado de hacerlo.