No podía
evitarlo, no podía dejar de mirarla, no había nada que no le gustara de ella,
sus ojos verdes contrastaban con el color negro de su pelo, cortado al estilo
“garçon”, dejando sus orejas totalmente a la vista, un poco separadas, lo que
vulgarmente se llama “de soplillo”, pero sin ser exagerado, pero sus lóbulos,
ufff si los miraba se imaginaba mordisqueándolos, disfrutándolos, suaves, casi
podía sentirlos entre sus labios.
Su nariz respingona le daba un aire infantil
que le fascinaba…su boca…labios perfectamente delineados y el volumen perfecto,
esponjoso, solo mirarlos le producía una hinchazón en la entrepierna que le
cortaba el flujo sanguíneo.
Su mirada seguía bajando…mmm…ese cuello, ahora sus
pupilas ya se estaban dilatando, y sus ojos, ávidos de placer a distancia,
siguieron escrutando ese cuerpo que pedía a gritos ser disfrutado. La curva que
dibujaban sus pechos sobre esa camisa, haciendo que el botón superior tuviera
ganas de separarse de su ojal, la cintura pidiendo a gritos ser rodeada por un
brazo con fuerza para levantarla del suelo, y ese culo debajo de esos vaqueros
que parecían haber sido esculpidos únicamente para su cuerpo…desde luego los
taconazos le sentaban más que bien.
Su imaginación volaba de un extremo al
otro, se imaginaba acercándose a ella en ese mismo momento, en medio de ese
bar, y robándole el beso más intenso que nunca le darán, subiéndola encima de
la barra, arrancándole toda la ropa, como si le fuera la vida en ello, y
pegándole el polvo más alucinante de su vida; y al mismo tiempo la imaginaba en
su cama, disfrutándose mutuamente despacio, tiernamente, haciéndose el amor
mientras sus ojos necesitando la droga de sus miradas no eran capaces ni de
pestañear.
Sonreía mientras la follaba con su mirada, en el mismo momento en
que se decidió a dar un paso hacia ella, en el mismo momento en que un hombre
se paraba al lado de su compañera imaginaria abrazándola y besándola, y en ese
mismo momento una mano tocando su hombro le devolvió a la realidad, se giró y
vió a su mujer… “Cariño, vámonos ya, tenemos que recoger a los niños del cole”
.
Qué bueno el final, no me lo esperaba, jajajaja
ResponderEliminarel final? A más de un casado o casada se le han pasado por la cabeza este tipo de pensamientos en algún momento...jeje Gracias por tomarte tu tiempo en comentar 😘
Eliminarsorpresivo y chulo me gustooo
ResponderEliminarAins...muchísimas gracias!!😍
EliminarMmmmm... el gran poder de la imaginación. Quién no se ha dejado seducir por los encantos de algún desconocido que, despertando nuestro deseo, no nos ha hecho falta tocarle ni un pelo para llegar con él al más devastador de los orgasmos mentales?? bueno, quizá me he pasado un poco jejeje pero soy así de empática. Este relato ha sido como leer mis propios pensamientos cualquier mañana de camino al trabajo ;) Mis más agradecidas felicitaciones ;)
ResponderEliminarQue te has pasado? Te crees que el protagonista esa noche no habrá llegado a ese devastador orgasmo pensando en ella?😜 Gracias mi niña!!😘
Eliminaruyyyy que calenton jejejjee, muy chulo y ese final me encanto jajajajajaa
ResponderEliminarMuchísimas gracias preciosa!! 😘😘
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