Noviembre, frío, lluvia, sofá, mantita, café y un buen libro... ¿no es ideal? Para mi lo es sin duda. Como lo son mis citas de Un café con... y cuando sin mucha planificación, pues más aun. No tenía claro a quien sentar este mes en mi sofá, tengo muchos nombres en el tintero y mil proposiciones que hacer pero... tal como terminé de leer Maldito Síndrome de Estocolmo, supe de antemano que quería a Carmen Sereno aquí sentada conmigo para poder hacerle un interrogatorio exhaustivo.
¿Os apetece conocer a la ganadora del I Premio Chic de Romántica Adulta?
Pues poneros cómodas, el café está... servido y calentito 😋
Buenas tardes Carmen, bienvenida al sofá de las entrevistas de Con Aroma a Libros. Ponte cómoda, hay café y té recién servido… Puedes relajarte, prometo ser medio buena con el interrogatorio jajaja pero antes que nada, decirte que si alguna de mis preguntas te incomoda, eres libre de pasarla por alto, y que me disculpes por ello.
Venga, ahora sí que sí, ¡arrancamos!
Yas: Para ir conociéndote un poco e ir abriendo boca, dime ¿Qué nos puedes contar sobre la mamá y lectora que hay detrás de Carmen Sereno?
Carmen: ¡Vaya! Pues sí que empiezas fuerte… Definirse a una misma suele ser una tarea complicada, pero, en resumidas cuentas, además de una mamá estresada y una lectora empedernida, hay una chica sencilla, inquieta, con mucho sentido del humor y que disfruta de los pequeños placeres de la vida.
Yas: ¿Qué significado tiene para ti, con tu vida, Estocolmo? Debe ser importante porque lo llevas tatuado en el brazo… anda, sáciame la curiosidad *risas*
Carmen: Estocolmo es muy importante para mí por varias razones. En primer lugar, porque supone un giro de ciento ochenta grados en mi vida. Cuando comencé a escribir Maldito síndrome de Estocolmo, decidí dejarlo todo para concentrarme en la literatura, porque quiero hacer carrera como autora. Tatuármelo en el brazo era una forma simbólica de recordarme a mí misma una las decisiones más importantes que he tomado nunca. Por otra parte, es una de las ciudades que más me gustan del mundo y, además, mi hijo Eric fue concebido allí.
Yas: Sé que eres de las mías, una lectora exigente, así que voy a pedirte que te mojes un poco… ¿Qué tipo de libros prefieres y cuáles son tus autores/as favoritas???
Carmen: Otra pregunta facilita, ¿eh? La verdad es que leo de todo, aunque tengo predilección por la novela romántica y la negra, sobre todo si tienen un final que te deja con la boca abierta y varios días de resaca literaria (se nota, ¿no?) En cuanto a mis autores favoritos, la lista es interminable, pero reconozco que de David Foenkinos me lo leo absolutamente todo porque me fascina su estilo. Y eso que no se mueve en ninguno de los géneros que he citado antes.
Yas: Y ahora, ¿Qué me dices sobre la Carmen Sereno escritora? ¿Cuándo y qué hizo que saltara la chispa que te diera el pistoletazo de salida para decidirte a escribir tu primera novela?
Carmen: Yo creo que lo mío con la escritura venía de serie porque ni siquiera me acuerdo del momento exacto en el que descubrí cuánto me gustaba. Siempre he sabido que me quería dedicar a esto, desde muy niña. Lo que pasa es que hasta hace un par de años no tuve las agallas suficientes para sentarme frente a una hoja en blanco y desarrollar una historia en condiciones. Escribir artículos o relatos es una cosa, pero una novela… Eso son palabras mayores.
Yas: Me parece una apuesta muy arriesgada por tu parte lanzarte al premio de una editorial de peso, como es Principal de los Libros, con tu opera prima ¿Qué te impulsó a dar ese salto?
Carmen: Pues no lo sé, la verdad. Supongo que vi la oportunidad y decidí probar suerte, ir a por todas. Total, tampoco tenía nada que perder, ¿no?
Yas: Y bueno, desde luego aunque apostaste fuerte, el resultado no podría haber sido mejor, ¿no? ¿Qué sentiste? ¿Cómo reaccionaste ante tal notición?
Carmen: No esperaba que fueran a darme el Premio Chic a mí, si te soy sincera. Vamos, que no me lo creía ni yo. Cuando hicieron público el fallo, me quedé embobada mirando la pantalla de mi móvil durante no sé cuánto tiempo, sin reaccionar. Y los días siguientes estaba como en una nube, flotando.
Yas: Ya sabes, por la reseña que te hice y en la que no he podido resistirme a tocar este tema que me toca tantísimo las narices (no por ti en particular que no nos conocemos, hablo por supuesto en general) que no soy de hacer prejuicios ni dejarme llevar por rumores, y menos cuando un nadie había podido embarcarse en la lectura de Maldito síndrome de Estocolmo, pero supongo que de ante mano sabrías que se levantarían detractores al leer la sinopsis y que especularían sin saber realmente de que va trama, ¿verdad? ¿Cómo has llevado eso? ¿Qué tal llevas las críticas en general?
Carmen: Los prejuicios son inevitables. Cuando un lector se enfrenta a una nueva historia, lo hace trayendo una mochila a la espalda de la que es bastante difícil desprenderse. Pero eso ocurre en todas las facetas de la vida, no solo en la literatura, así que hay que acostumbrarse cuanto antes. Por higiene mental. Es cierto que a veces las apariencias engañan y que más allá de una sinopsis que nos recuerde a o una cubierta que pueda sugerirnos esto o lo otro se esconde una historia distinta, lo que pasa es que los libros son como las personas: algunos te atraen a primera vista y otros no. Es así de sencillo. Las críticas escuecen, no nos vamos a engañar. Pero hay que ser asertivos y aprender de ellas si son constructivas o tratar de minimizar su impacto si no lo son.
Yas: ¿Por qué te decidiste por el género de romántica/erótica? ¿Cómo te sientes al hacerlo? ¿Y qué opinó tu entorno al contarles que ibas a escribir una novela de alto voltaje?
Carmen: No es que lo decidiera de forma premeditada; simplemente sentí que Maldito síndrome de Estocolmo era una historia que no podía no contar. Quizás en otra ocasión me ocurra lo mismo con un thriller, quién sabe. Yo me he notado muy cómoda en el género romántico. Como te comentaba antes, es uno de mis favoritos. Hay novelas románticas que a mí personalmente me han hecho soñar y derramar lágrimas. El jinete de bronce, de Paullina Simons, por poner un ejemplo. Tampoco es que haya dado muchos detalles a lo largo de estos años sobre qué tipo de novela estaba escribiendo. Suelo ser muy reservada con lo que escribo. Luego sí es cierto es que mucha gente se ha sorprendido al saber que me había decantado por explicar una historia de amor.
Yas: ¿Qué has intentado transmitir?... aparte de dejarnos babeando unas veces y otras con ganas de dar una súper colleja, claro *risas*
Carmen: Que las cosas nunca son blancas o negras, que no todo es lo que parece, que la vida está llena de contradicciones, de luchas internas, de construcciones y deconstrucciones, de decisiones difíciles, de dar un paso hacia delante y cuatro hacia atrás.
Yas: El título, la trama… ¿Cómo te organizas para darle forma a lo que escribes?
Carmen: He aprendido a ser metódica. Al principio, era un auténtico desastre (mucho peor que Ana Luna, vamos). Con el tiempo me di cuenta de que, en la escritura, la panificación es básica. Aunque tampoco hay que obsesionarse.
Yas: y...cuando te pones a ello, ¿sigues fiel la idea original o los personajes toman su propio camino?
Carmen: Aunque planifique, no siempre es posible plasmar una idea tal y como la habías concebido al principio. Hay que tener en cuenta que una novela es algo muy orgánico y los personajes que habitan en ella a menudo hacen con el autor lo que a ellos les da la gana. Esto, que puede sonar a fantasía, es completamente cierto.
Yas: Siempre he pensado que cada autora tiene unas señas de identidad propia que la distinguen. ¿Cuáles crees que son las que marcan tu trabajo?
Carmen: Soy muy emocional escribiendo y creo que eso se nota bastante en mi trabajo. También soy sarcástica. Quizás, mi marca personal sea la combinación de esos dos aspectos, aunque yo todavía no lo tengo muy claro.
Yas: ¿Cuál de tus personajes te ha dado más quebraderos de cabeza… en todos los sentidos *risas*? (léase en tono malicioso y picarón, por favor)
Carmen: Eric. Definitivamente. Porque crear un personaje que resulte coherente a pesar de todas las incongruencias que encierra su actitud es muy complicado. A Eric hay que odiarlo y amarlo a partes iguales, y conseguir eso no es tarea fácil. Yo me pongo en la piel de Ana y, como ya tengo una edad, estoy segura de que no le iba a aguantar ni la mitad de tonterías. Aunque también te digo que resistirse a ese hombre de metro noventa y cuatro, con esas manos y esos ojos de felino tiene que ser muy pero que muy difícil.
Yas: Además de una loca historia de amor, has incorporado a la trama toda esa crítica o denuncia social que has usado como telón de fondo hacia los trabajos mal remunerados en las multinacionales y otros muchos palos que causan controversia hoy en día, como por ejemplo, si no merece la pena encontrar cura a ciertas enfermedades, cuánta tajada sacan de esto dichas multinacionales, los porcentajes que se llevan los visitadores médicos o cómo no reparten sus recursos de manera altruista con el tercer mundo... y encajarla no ha debido ser demasiado fácil, aunque como periodista que eres, documentación no te ha debido faltar. ¿Te ha resultado muy difícil ajustarla a la trama romántica y a los personajes?... aunque intuyo que no *risas*, no sé por qué…
Carmen: Me ha resultado complicado en algunos aspectos, no te creas. Mi idea no era profundizar, sino intentar que el lector empatizara con la visión que tiene la protagonista de las grandes corporaciones en general y de las farmacéuticas en particular y que, por otra parte, es una visión muy extendida entre la sociedad. Cuando te planteas enmarcar una historia de amor en un contexto así, con una trama empresarial de trasfondo, nunca sabes si es demasiada la información que estás incluyendo o si te estás quedando corta. No es lo mismo escribir un reportaje de investigación periodística que una novela de ficción y, personalmente, no me gusta abrumar al lector. Pero a veces hacen falta ciertos datos técnicos para dotar de solidez al relato y para contextualizar la acción que se desarrolla.
Yas: Si describieras tu novela en unas breves palabras... Ya sabes, algo que haga a los lectores querer correr a comprarla (a mí ya me tienes más que convencida *risas*, sabes que estoy loca por saber cómo acaba todo en la segunda parte)
Carmen: Uy, qué complicado… Pues igual le haría un pequeño guiño al título y diría que es una historia que te secuestra de principio a fin.
Yas: ¿Nos puedes desvelar un párrafo, o escena a la que le tengas un especial cariño?... a ver si coincidimos en gustos… porque yo tengo un par de ellas *risas*
Carmen: ¡Hay muchísimos! Me gusta mucho la confesión de Eric bajo la lluvia, cuando le dice a Ana: “La única mentira que te he dicho en mi vida es que me gustabas cuando en realidad ya te quería”. Y me gusta mucho también el relato en tercera persona, Estocolmo.
Yas: Muchas autoras tienen lectores/as beta, ¿Las has tenido para tu ópera prima? Y si es así, ¿Te guías ciegamente de sus consejos y opiniones a la hora de hacer cambios? O… ¿los meditas y luego haces lo que creas conveniente?
Carmen: Tengo lector beta, sí. Y debo decir que es muy crítico conmigo. Pero también es analítico y suele ver detalles que yo, que estoy demasiado metida en la historia, paso por alto. Acostumbro a hacerle caso. No en todo lo que me sugiere, pero casi.
Yas: Conseguir lectores no depende solo de la calidad de la obra. Hay otros factores como pueden ser la visibilidad y la promoción. Ante esto, se puede caer en un autobombo que a menudo resulta molesto, o directamente en el spam. Ninguno es tu caso, pero no por ello tienes pocos seguidores ¿cómo haces para que la gente te conozca?
Carmen: Me gusta utilizar las redes sociales para expresarme acerca de los temas que me preocupan, hablar de libros, series y pelis que me hayan maravillado o compartir anécdotas divertidas (y fotos de tíos buenos, ahora que nadie nos oye). Y me gusta interactuar con la gente. Comentar, intercambiar impresiones, debatir. Tengo un blog (loclarorompe.com) desde hace unos años en el que comparto mi visión personal del mundo y me ha servido para granjearme un público lector que, aunque pequeñito, por suerte es muy fiel.
Yas: ¿Qué piensas del boom de la literatura romántica (en todas sus vertientes)? A ver quiero que te mojes otra vez…así, sin pelos en la lengua *risas* ¿Qué crees que está primando más, la calidad o la cantidad? ¿Está eso relacionado con el hecho de ser auto publicado o de editorial?
Yas: ¿Qué piensas del boom de la literatura romántica (en todas sus vertientes)? A ver quiero que te mojes otra vez…así, sin pelos en la lengua *risas* ¿Qué crees que está primando más, la calidad o la cantidad? ¿Está eso relacionado con el hecho de ser auto publicado o de editorial?
Carmen: Yo no me atrevo a decir si este o aquel libro es bueno o malo, ni tampoco si su calidad depende del formato de publicación. Es una mera cuestión de gustos personales. Que hay mucha literatura es cierto. Y esto no solo pasa dentro de la romántica; la proliferación se da en otros muchos géneros. Que quizás no toda esa literatura se ajusta a las expectativas de los lectores, también es verdad. Afortunadamente, no hay dos personas que lean el mismo libro.
Yas: Bueno, y ahora una pregunta de rigor para que calmes las ansias de las que, como yo, ya hayan leído Maldito síndrome de Estocolmo y estamos esperando como agua de mayo el desenlace… ¿¿¿Cuándo podremos devorarlo??? *risas*
Carmen: Pues, si todo va bien (y esperemos que sí, por la cuenta que me trae), para la primavera de 2019.
Yas: Y para terminar, cuéntame, ¿Tienes futuros proyectos guardados en un cajón esperando que lleguen su momento? ¿Puedes, así ahora que nadie nos oye… contarme algo de ellos?
Carmen: Entre nosotras, tengo tantas ideas como días tiene el calendario. Ahora es cuestión de que consiga camelarme a mi editora con alguna de ellas.
Yas: Bueno Carmen, hasta aquí llega mi interrogatorio, ya puedes respirar tranquila *risas*, espero ante todo que te hayas sentido cómoda en mi sofá y mis preguntas no hayan hecho que te atragantes con el delicioso café. Ha sido un placer conocerte un poco más, y sobre todo te doy las gracias por dedicarme tu tiempo.
Sabes que aquí tienes tu casa, tu sofá y el café siempre que quieras. Si quieres añadir algo más, ¡tienes la última palabra antes de lanzarte de cabeza a por mi test exprés!
Carmen: Pues aprovecho para agradecerte que me hayas brindado la oportunidad de darme a conocer un poquito más como autora, así como la reseña tan fantástica que has hecho de Maldito síndrome de Estocolmo. Está claro que todas las opiniones e interpretaciones son válidas, pero cuando un lector capta a la perfección la esencia de una novela, la verdadera historia que subyace bajo las palabras, eso nos da la vida a los autores. ¡Así que muchas gracias, Yasnaia!
Carmen: Pues aprovecho para agradecerte que me hayas brindado la oportunidad de darme a conocer un poquito más como autora, así como la reseña tan fantástica que has hecho de Maldito síndrome de Estocolmo. Está claro que todas las opiniones e interpretaciones son válidas, pero cuando un lector capta a la perfección la esencia de una novela, la verdadera historia que subyace bajo las palabras, eso nos da la vida a los autores. ¡Así que muchas gracias, Yasnaia!
Test Express:
- Noche o día: Desde que soy mami, día.
- Mar o montaña: Cada vez más la montaña.
- Café o té: Café, café. Largo y sin azúcar.
- Facebook o Twitter: Depende de para qué. Para divertirme, Facebook. Para trabajar, Twitter. A veces, al revés.
- Un libro: La delicadeza, de David Foenkinos.
- Una canción: Somewhere only we know, de Keane.
- Una película: El paciente inglés.
- Una flor: La orquídea.
- Un animal: La pantera.
- Una ciudad: Estocolmo.
- Escribir sola o acompañada: Sola, sola.
- Un recuerdo relacionado con los libros: La noche que le confesé mis sentimientos al que es hoy mi marido llevaba un libro de Murakami en las manos.
- Una afición: Viajar.
- Enamorada de: Alexander Skarsgård.
- Mar o montaña: Cada vez más la montaña.
- Café o té: Café, café. Largo y sin azúcar.
- Facebook o Twitter: Depende de para qué. Para divertirme, Facebook. Para trabajar, Twitter. A veces, al revés.
- Un libro: La delicadeza, de David Foenkinos.
- Una canción: Somewhere only we know, de Keane.
- Una película: El paciente inglés.
- Una flor: La orquídea.
- Un animal: La pantera.
- Una ciudad: Estocolmo.
- Escribir sola o acompañada: Sola, sola.
- Un recuerdo relacionado con los libros: La noche que le confesé mis sentimientos al que es hoy mi marido llevaba un libro de Murakami en las manos.
- Una afición: Viajar.
- Enamorada de: Alexander Skarsgård.
Gracias, chicas, por esta fantástica entrevista...Un pajarito me comentó que Carmen era muy maja, pero esta entrevista no hace más que confirmármelo, jajaja!
ResponderEliminarYa sabes lo que te comenté: prefiero leer estas novelas cuando el desenlace queda cerraod por completo porque odio dejar las historias a medias y más si mis uñas están en juego, jaja, no obstante, si la previsión es que para el año que viene publique la segunda parte, me llevo anotada ya esta novela para el futuro.
Por cierto...yo también soy más "de día" y de café!
Besos!
Cercana, divertida... me gusta.
ResponderEliminarNo conocía a la autora, pero me queda claro que queda apuntada solo por lo que muestra aquí y bueno, claro por su libro (aunque me espero a que saque algo único)
Un bes💕
cdc
Hola gracias por la entrevista. Saludos.
ResponderEliminarHola Yas!
ResponderEliminarEstupenda entrevista, me ha encantado. No conocía a la autora hasta que no ha publicado este libro del que tanta gente está hablando. La verdad es que me ha caido fenomenal por lo que cuenta. Siempre agradezco este tipo de entradas para conocer en profundidad a los autores.
Un beso.
CdC
¡Hola!
ResponderEliminarQué buena entrevista, me encanta conocer más sobre las autoras.
Besos desde A través de un libro
-- CDC --
¡Hola! ^^
ResponderEliminarHe visto reseñas muy positivas de este libro durante toda la semana, y parece la típica historia que suelo disfrutar, así que lo leeré seguro. Gracias por la entrevista :)
Besos!